La reina roja nos sitúa en un mundo distópico donde la
sociedad está dividida según el color de la sangre: los rojos, gente normal,
sin habilidades e inferiores, y los plateados, poderosos y fuertes, aquellos
quienes lo tienen todo. La protagonista, Mare, es una chica roja de una aldea
pobre, una simple ladronzuela que resulta tener un poder mucho más grande del
que nadie se esperaba. Debido a esa habilidad, Mare se ve envuelta en la corte
de los plateados donde conocerá a los príncipes Maven y Cal.
Los personajes son un gran punto a favor de la historia.
Mare es una chica con carácter y dispuesta a todo para proteger a quienes
quiere, le he cogido mucho cariño a lo largo de la historia, pero no ha sido a
la única. Maven y Cal me han encantado, no he conseguido decidir un bando hasta
el final, ambos tienen sus más y sus menos que me han ido haciendo cambiar de
opinión. Sin embargo, el verdadero punto a favor son los personajes
secundarios. La autora no los deja colgados, todos tienen una historia detrás
que hace que te encariñes de ellos y quieras protegerlos de ese mundo de
guerras y traiciones.
A pesar de que la trama no cuenta con grandes giros
inesperados, saber que cualquiera puede traicionar a cualquiera hace la
historia muy entretenida, te mantiene alerta buscando cuál será la próxima
trampa. Lleno de acción, drama y tensión constantes ha conseguido que no se me
atascara ni una sola página. Es un libro que se lee muy rápido. La pluma ágil
de la autora, la ambientación tan genial y las descripciones poco extensas han
conseguido engancharme desde el primer capítulo y he disfrutado el libro de
principio a fin.
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