Porque a veces basta con un «deja que ocurra» para
arriesgarlo todo
Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que
se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su
casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la
chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado
enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está
a punto de cambiar.
Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.
Este comienzo de año me ha hecho seguir con la obra de Alice Keller, esta vez con su bilogía, y con el primer título de la misma: Todo lo que nunca fuimos.
En ella nos habla de la historia de Leah, una chica totalmente rota tras el accidente que tienen sus padres, motivo por el cual no encuentra su lugar en el mundo. Es debido a su situación familiar que su hermano, Oliver, decide dejarla en casa de su mejor amigo, e íntimo de la familia, Axel, y es en esta casa donde conviven la mayor parte de la obra.
Sin duda, esta es una obra para reflexionar. Pese a lo polémico que puede resultar algunas de las partes del libro, como pueden ser la diferencia de edad entre los protagonistas, motivo por el cual se hace extraño alguno de los comportamientos; se resuelve de manera muy interesante, a la par que viva.
Es así como vemos la evolución de los personajes, sobre todo de Leah, y que la autora imprime de manera muy inteligente en sus extractos en el libro (pues está narrado desde su perspectiva y de la de Alex), con fragmentos más cortos en las primeras partes, y una narración más larga a medida que avanza la trama.
Alice Keller sabe bien hacer novelas de este tipo: nos atrapa con personajes con una fuerte personalidad, los moldea conforme avanza la trama y después ocurre algo, que nos deja con la boca abierta. Sin duda este libro no es menos, y es tanto en su desarrollo de personajes como en su narración donde tiene los dos grandes platos fuertes.
Y sin duda, la parte del final, de nuevo como en Nosotros en la luna, vuelve a hacerme tener ganas de seguir leyendo. ¿Lo bueno? Que esta vez hay una segunda parte, donde podré ver cómo se resuelve la trama que queda abierta en la primera.
5/5
Lo bueno:
+ La excelente manera que tiene la autora de narrar y de expresar la personalidad de sus personajes.
+ La trama se construye despacio, pero sin dejarse ningún cabo suelto con sus personajes y con sus entornos.
+ La parte final, de nuevo, es contundente y rompedora.
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